Si nos despide la vida será en el mejor momento.  No importa si habrá alguien que me recuerde. Importa si alguien tomó algo de mi. Un gesto, una sonrisa, una caricia.

No importa el último adiós, ni el primer encuentro. Importa lo que vivimos en el camino. Importan los buenos tiempos, en los que anduvimos juntos.

Los que nos dejaron algo en el corazón.

Los que nos enriquecieron y nos hicieron crecer.

También los momentos que nos hicieron reír. Cuando sonreímos juntos con solo cruzar la mirada, adivinando la broma que nos arrancaba la risa por dentro.

Importan aquellos tiempos en los que si bien lloramos, nos compenetramos.

Importan nuestros sueños de niños, los que nos creíamos tanto y que contabamos con orgullo al resto. Importa haber querido ser superman. Importa porque desear aquello nos hizo felíz un momento. Nos hizo creernos fuertes e invencibles.

Había soñado con formar mi “orquesta” de super amigos. Esa que tiene al razonable, al elocuente, al comprensivo, al indulgente… importa porque junto a esta banda me vuelvo a sentir invencible, cada uno es el mejor héroe y el salvador del otro. Importa hacer realidad tus sueños de niño. Mi orquesta invencible es una realidad…

Si nos despide la vida que sea con tus manos y las mías unidas y con el corazón compartido.  No importa si habrá alguien que me recuerde. Importa si alguien me dió algo de si.