Me gusta el cielo azul.

Tal vez soy azul.

Veo la luna y me captura.

Veo el sol y enrojezco. Literal. (Aquí no hay poesía.)

Me gusta mirar de frente.

Hablo de mi para reírme de mi misma. 

La lluvia me hace pensar en ti.

No entiendo porqué se mencionan aves y palomas en las canciones de amor.

No soy lo que tu piensas.

Mi memoria no es la mejor. Pero hay amigos que me consuelan o que se ríen de mi. Las dos cosas las siento como un gran abrazo.

Debí estudiar música. Aunque diga que medicina.

Extraño algo desde hace mas de 30 años.

Siento que perdí algo y cuando te veo se me olvida.

Me gusta que me hagan caso. Aunque diga que no.

Soy mas de lo que quieras que sea.

Hay ojos con alas. (Esto no es literal.)

El amor es maravilloso.

Me asusta que me expresen sus sentimientos.

Me encanta hacerte reír.

Un velero lo tomaría solo contigo.

Camina conmigo sobre una nube y no pares de sonreir…

Que fuerza cobra tu mirada cuando sin querer se encuentra con la mía. Me pregunto si todos ven lo mismo cuando contemplan tus ojos…

Que fuerza cobra mi mirada cuando se cruza con tus ojos. Se vuelve infinita, se llena de esperanza. Se queda atrapada. 

Y veo el infinito, el lugar del que no quiero volver. La sensación que no quiero olvidar.

Son los segundos que quiero recordar siempre, es toda la ternura en un instante, esa que no se si es tuya o mía porque sin mas, me confunde… esa fórmula que no puedo y que tampoco intento descifrar.

Constante, constante! escucho por dentro sin saber porqué.

Como si mi mente supiera lo que mi corazón siente.

Miento. Como si mi corazón entendiera lo que mi mente ignora.

Como si una señal de derrota percibieran mi mente y mi corazón, aún antes que yo.

Como si supieran que la decepción en un punto me llegó.

Como si me llegara a la garganta y fuera así evidente. Que para nadie mas aún pero si para mi misma.

Constante algo me grita, y lo interpreto.

Quiero escucharlo a lo lejos porque quiero sentir mis tristezas.

Me cuesta darme tiempo, una fuerza llega a mi de dentro. La misma de siempre, la reconozco… y aún sin quererlo me levanta…

Esa sensación que te anuncia: no te pares a lamentar tus derrotas,  tu herida no es grave aunque de pronto asi lo sientas. Pero quiero sentir mis tristezas y me cuesta… no quiero levantarme aún, sería un error…

La sensación queda y pasa, pasa y queda… constante… en mi mente y en mi corazón.

Y sentirlo es mi liberación.